Tuesday, June 27, 2006

Deporte y Rehidratación. I


Deporte y rehidratación


De toda la energía disponible, almacenada en nuestro organismo, tan solo un 20-25% de esta acaba transformándose en un trabajo físico que se puede traducir en un movimiento corporal, con una determinada fuerza, velocidad intensidad etc. El resto de la energía, un 70-80% se pierde en forma de CALOR.

Los mecanismos por los cuales el organismo pierde calor son: la Radiación, la Conducción, y la Convección, cuando el organismo esta en reposo estos procesos son generalmente adecuados para conservar la temperatura constante alrededor de los 37ºC. Si la tasa de producción de calor aumenta como ocurre durante el ejercicio, estos mecanismos de disipación térmica resultan inadecuados para contrarrestar la elevación de la producción de calor y es entonces cuando entra en juego el cuarto mecanismo de compensación que es la SUDORACIÓN.

El sudor es una forma diluida de la sangre, y si las perdidas durante el ejercicio son elevadas el organismo pierde agua y electrolitos ( los electrolitos son sales disueltas en los líquidos del organismo ) Los electrolitos se eliminan a una velocidad mucho menor que el agua y por ello generalmente no suele ser necesario su reemplazamiento durante el ejercicio sin embargo la perdida de agua puede causar serios problemas si no se reemplaza con normalidad.

Debemos saber que perdidas de alrededor del 2% del peso corporal pueden a ser responsables de la alteración de un trabajo muscular. También sabemos que los atletas pueden perder entre el 1-5% del peso corporal a pesar de competir en climas templados y de beber líquidos regularmente durante la competición. Pero en condiciones extremas cuando la temperatura y la humedad son altas se han llegado a observar descensos del peso corporal de hasta el 8-10%.

Si el sudor es mayor que la reposición de líquidos, sé esta produciendo una dismininucion en el flujo sanguíneo plasmático y como consecuencia se puede producir una reducción en el aporte de oxígeno al músculo y de substratos así como una disminución en la eliminación de productos de desecho, también se produce como consecuencia de la reducción del flujo plasmatico una menor capacidad de sudar. Todo este cuadro acaba desembocando a una disminución del rendimiento físico y a un mayor esfuerzo para mantener la misma intensidad del ejercicio llegando como consecuencia de todo esto a un AGOTAMIENTO POR CALOR.

Para evitar este agotamiento térmico se debe asegurar una adecuada hidratación: antes, durante y después del ejercicio, siendo estos principios aplicables tanto al entrenamiento como a la competición.

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